Salve de mártir Reina
Madre de misericordia
entre espinas azucena
vida y dulzura derramas
en esas lágrimas tiernas
y en esas perlas nos das prendas
de esperanza nuestra.
Dios te salve a ti amamos,
tus hijos , los hijos de Eva,
puesto que en la cruz
tu Hijo, a Ti por madre nos deja.
A ti , triste suspiramos
llorando culpas y ofensas.
Que a tu Hijo fueron clavos
y a tu pecho , agudas flechas.
Abogada en el calvario
te hizo su gran clemencia.
Vuelve pues , eses tus ojos
que ellos son nuestra defensa.
¡oh Madre ¡ toda clemencia,
¡oh madre! Todo dolores
¡oh madre! Mar de penas.
Tu compasión dulce madre
habla de nuestra dureza
y tu martirio nos logre
la paz y corona eterna. Amén
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